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¿Cómo conservar la miel?

La miel se extrae de la colmena cuando las abejas han completado su proceso natural de deshidratación, logrando una humedad inferior al 18%. Si se cosecha antes de tiempo, el exceso de agua favorece la proliferación de microorganismos, lo que puede provocar fermentación y arruinar el producto. Por esto, es fundamental no solo conocer el origen de la miel, sino también cómo conservarla adecuadamente en casa.

La miel en estado líquido soporta mejor las temperaturas que la miel sólida. Lo ideal es almacenarla a una temperatura constante entre los 10 y los 20 °C, aunque puede tolerar hasta los 25 °C.

Para mantener sus propiedades intactas y evitar la cristalización, se debe guardar en un lugar oscuro, lejos de la humedad y de la luz directa.

4 consejos para conservar la miel

Seguramente has escuchado que la miel es un alimento "eterno", pero según la normativa española, su consumo preferente es dentro de los dos años. Cabe aclarar que esta fecha no es una fecha de caducidad; simplemente indica que, tras ese periodo, la miel puede variar en apariencia, olor o sabor, pero sin representar un riesgo para la salud.

Si la has almacenado correctamente durante esos dos años, ¡podés seguir disfrutándola! Aquí te dejo algunos consejos clave para conservarla:

  1. Almacená la miel en envases de vidrio
  2. El vidrio es el mejor material para preservar la miel en óptimas condiciones. A diferencia del plástico, resiste mejor los cambios de temperatura y no libera componentes que puedan afectar su calidad. Además, el vidrio no permite que otros olores contaminen la miel.
  3. Conservá la miel a temperatura ambiente
  4. Guardar la miel en la heladera hará que se cristalice más rápido. Tampoco conviene almacenarla cerca de fuentes de calor, ya que temperaturas superiores a los 27 °C pueden acelerar su fermentación y afectar su calidad. Lo ideal es mantenerla en un lugar fresco y seco, como un armario de cocina, lejos del horno o microondas, donde la temperatura se mantenga estable.
  5. Mantené el frasco bien cerrado
  6. El contacto de la miel con el oxígeno puede oxidarla y alterar su sabor. Por eso, es importante utilizar frascos de vidrio con tapas herméticas que impidan la entrada de aire.
  7. Verificá el origen y la composición de la miel
  8. Es fundamental leer la etiqueta para conocer su origen y asegurarte de que sea miel pura. Las mieles adulteradas, que contienen edulcorantes y conservantes, no pueden preservar sus propiedades a largo plazo como lo hace la miel pura. Si encontrás una miel con fecha de caducidad en lugar de fecha de consumo preferente, es muy probable que esté adulterada.

¿Puedo congelar la miel?

Sí, se puede congelar la miel para conservar su calidad y propiedades. Sin embargo, la miel no se congela completamente debido a su bajo contenido de agua. Al colocarla en el congelador, solo se acelerará su cristalización. Para descongelarla, lo mejor es hacerlo al baño maría, similar a cuando querés derretir miel cristalizada. No se recomienda descongelarla a temperatura ambiente.

Precauciones al calentar la miel

En ocasiones, puede ser necesario calentar la miel, por ejemplo, cuando se ha cristalizado. Para devolverla a su estado líquido, podés calentarla entre 35 y 40 °C, pero nunca superes los 40 °C, ya que a temperaturas más altas perdería gran parte de sus propiedades.

Igualmente, la miel cristalizada es perfectamente comestible y no ha perdido sus características naturales, solo ha cambiado su textura.

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